Presentandome a la autoridad (Evan)

Tenía prevista la llegada de una nueva profesora de filosofía, era nuevo en esto por lo que no tenía prototipos físicos de ningún profesor más que el de gimnasia, que debía ser un tipo desarreglado y con más músculos que una ballena entera. Iría progresando en mis prejuicios a lo largo del tiempo.
Me dirigí a paso rápido hasta la puerta para recibirle atentamente y cuando abrí, para mi sorpresa, la profesora de filosofía no er apara nada el ocmo me la había empezado a imaginar, a simple vista y por su vestimenta, parecía una alumna más que otra cosa, pero sus rasgos faciales ya demostraban que no lo eran, pero tampoco aparentaba ser vieja, aun así, decidí hacerme el despistado y mostré una amplia sonrisa -Siento decirte que las audiciones para alumnas no son hasta las 7, ahora tengo cita con una nueva profesora, porque no vuelves más tarde?.- Siempre lo había dicho, yo era un director diferente, bromista, sencillo y... si, adúltero y ligón.


Off: Que manía con lo del viejo chocho y gordo T^T

Sonreí viendo que no se trataba de una de esas mujeres egocéntricas que se ruborizan enseguida y se empiezan a alagar ellas mismas media hora después de una insignificante broma. Escuché sus palabras y reí levemente negando ocn la cabeza, devolviéndole la broma? a un director? eso si que era ser lanzada...

Tomé su mano entre las mías y la elevé, llevándola hasta mis labios y deposité un suave y cordial beso en el dorso de su suave mano, decidí demostrarle que tenía experiencia en su tema... por que no pavonear un rato? -A los que corren en su laberinto, su misma velocidad les confunde... buen golpe.- Sonreí encantadoramente dejándole paso a mi despacho, alzando una mano para indicárselo

Mi sonrisa aumentó cada segundo que la oía hablar, denotaba seguridad y un cierto deje de sarcasmo... o algo por el estilo, el caso es que me encantaba, la dejé pasar para cerrar la puerta tras de mí mientras mi mirada bajaba a sus ceñidos pantalones, fruncí el ceño estrechando la boca en forma de placer y haciendo amago de agarrar su trasero antes de adelantarme en el paso a ella y retirarle la silla para que se sentase -Creo que he hecho buena elección Srta. Connor, hace usted reseñas muy interesantes sobre la filosofía, una de mis asignaturas favoritas por si no lo sabía.- Le dediqué una encantadora sonrisa añadiendo un guiño de ojo y me fuí a sentar en mi sitio para empezar con los trámites del contrato

Intenté ocultar una sonrisa seductora de medio lado sin éxito... me gustaban las chicas con caracter y que no se sonrojasen facilmente... pero de ahí a hacer que no me había visto había un buen tramo... alomejor era una de esas amargadas que con razón estaban solteras... ese era el prototipo de profesora de filosofía?

-Bien... le parece que empecemos? supongo que habrá traido una copia del curriculum, la fotocopìa de su documento de identidad y todo eso... lo tenemos registrado pero últimamente todo falla y... es mejor estar precavido.- Abrí el primer cajón de mi mesa y saqué una carpeta un tanto antigua -Dígame srta. Connor, cuantos años lleva dando clase?.- Pregunté con tono laboral, tenía que informarme sobre eso y refería que fuese oralmente, además de que no me gustaba nada el silencio, me incomodaba.

Arqueé una ceja al ver el tono en que se estaba dirigiendo a mí "Si... definitivamente sé que es soltera" Bajé la cabeza rápidamente pues no pude reprimir una pequeña carcajada por mi pensamiento y asentí con la cabeza intentando disimular
-Claro... que pregunta tan estúpida, discúlpeme...- Empecé a buscarla entre todos esos archivos que tanto odiaba abrir, pues siempre me perdía y le eché otro vistazo rápido a la profesora -Y Bien? lleva muchos años o no?.- Insistí en mi segunda pregunta

-Está soltera?.- Una pequeña satisfacción que debía permitirme, ganándome a mí mismo una apuesta sobre esa mujer, y aprovechando que se podía añadir a la ficha... por que no?

Porfín lo encontré, ingresé la contraseña y empecé a leerlo sin prestar mucha atención, era bastante largo la verdad, cosa que en parte me disgustaba... más para leer, por lo que mejor leía bien no fuese a ser el demonio...

-Le molestaría que lo fuese?.- sonreí con cierta picardía al ver su expresión, la verdad esque no estaba nada mal, pero su caracter... o supuesto caracter que había formado en mi mente me echaba bastante hacia atrás. Aguardé a su respuesta mientras empezaba a revisar su ficha personal.

-Mi primera opción sería decirle que si es necesario para la ficha... la segunda desecharla pues una mujer que no me entiende no tiene mucha salida conmigo... no lo sé, todo serís el meditar su forma de ser.- Elevé una ceja con tono interesante -Y si me dijera que no... que debería hacer?.- Pregunté retóricamente... aunque tambien me gustaría oir su respuesta

-Bueno... tiene razón... por lo que le voy a decir mi respuesta.- Me incliné yo también sobre la mesa, quedando cerca de su rostro y sonriendo, pero no con un tono de simple coqueteo, esta vez había fascinación y verdadero interés

-Si me dijese usted que no... intentaría no parecer muy ansioso para invitarla esta noche a cenar en un restaurante... las reservas para dos personas son muy malas si estás solo... pero su caracter me echa para atrás... algo que sin duda no merma mi atención por usted.- Veía sus ojos brillantes pues estaba de cara a la ventana que daba a todos los terrenos de la academia, alomejor estaba sinedo demasiado directo, pero... enfín, ese era yo y no podía, ni quería cambiarme

Posé mis manos sobre las suyas al ver que seguía sin apartarse incluso a causa de mi proximidad, la cual no paraba de etrecharse poco a poco -Y se puede saber por qué titubeante?.- Ladeé la cabeza lentamente, con la excusa de la duda, pero con otro fin... definitivamente si, era demasiado lanzado e impulsivo -Bueno... he tratado ocn muchas personas con caracter a lo largo de mi vida... una más, una menos...- Le reproché en tono vacilante

-Bueno... pues titubeantemente ya no hay marcha atrás... le parece bien que la vaya a recoger a las 20:00?.- Lancé la última "bala" en su dirección, sabiendo que sí o sí tenía que aceptar, una cena en aquel "restaurante" valía la pena realmente -Desde luego... usted, permítame que lo diga, es el caso más dificil al que me he enfrentado...- Me acerqué un poo más, medio cerrando los ojos y rozando sus labios, solo cabían dos posibilidades, o se apartaba y me daba un bofetón, echando a perder toda la cita, o me lo devolvía... las dos serían interesantes, aunque quedaba claro cual prefería.

Sus labios sujetando el mio hicieron que la sangre me empezase a hervir, pero no como si solo fuese un calentón, había algo en ella... algo... no sabría explicarlo, que me estaba volviendo loco a tan solo 20 minutos de las presentaciones.
Me impulsé hacia adelante pero para mi pesar ya se había levantado, me pasé las manos por el pelo apoyando los codos en la mesa y sonriendo medio indignado por dejarme con la miel en los labios, normalmente me molestaría pero... pensar que esta noche la tendría en aquel lugar varias horas... me lo compensaba.
-a las 20:00 en la entrada principal... no te olvides filósofa.- Comené alegre y triunfal, observando sin discrección alguna su trasero de camino a la entrada, me eché hacia atrás, llevándome las manos a la nuca y me quedé así hasta que salió, luego, con un simple click, guardé su curriculum y taché de puestos vacantes el plazo de "Profesora de Filosofía"


[Off: En cuanto tenga la continuación del post te la envío por mp]